No sé que nos pasa a los gallegos, que tenemos que comer para celebrar. Alguien trajo el jamón. Alguien los langostinos. Alguien los cocinó. Alguien bordó el mantel. Alguien hizo el pan. Alguien puso la mesa, y esas preciosas servilletas. Y al final todos se lo comieron.
Porque hoy estábamos todos en la mesa. Por eso esta, y la próxima vez,come (y celebra).
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El Sendero de la Vida
El Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil [1] y el bosque en el
que está situado es un lugar *por el que he caminado mucho*. Y nunca
me canso de disfrutarlo. Hace más de mil años que está allí
(literalmente, porque es de finales del siglo...
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