Este curso era un curso intensivo de 60 horas. Teníamos clase todos los días, de lunes a viernes de 9 a 2 (con un descanso) y tres días a la semana (lunes, martes y jueves) de 2 a 3:40 de la tarde.

La dinámica del curso eran actividades programadas en bloques de hora y media aproximadamente. Como se trataba de hablar, que para eso el curso era Spoken English, había actividades para hablar en grupo, prácticas con fonética en el laboratorio, proyectos en la parte de la tarde, prácticas de escucha de audio y video, etc. En general bastante bien, pero creo que la metodología de Berkeley era mucho mejor, aunque en realidad no era un curso de inglés, como este.

La gran diferencia es la evaluación. Como era un curso intensivo, en realidad no había trabajo para casa, no habia evaluación, no había tensión y eso hace que en realidad, al menos yo me esforzara menos. Esto tiene sentido en un curso de inglés pero en un curso habitual, cada día estoy más convencido que hay que evaluar cuanto más mejor (bueno con un límite).

Las profesoras eran muy buenas. A Betty (nos daba la mayor parte de las horas) le dije algo que me gustaba de sus clases y es que era capaz de corregirnos continuamente, sin que nos molestara. Esa es una compentencia muy buena para la ocencia.

¿Qué aprendí para mi docencia de este curso? Pues :

• Hay que evaluar. Es mejor poco y continuado. Es lo que hago habitualmente en clase
• El tiempo máximo para una actividad es de hora y media. Bueno, en mis clases lo calculo en 50 minutos, porque somos más aburridos
• Es mejor menos tiempo de clase (incluso el curso sería más barato) y dar trabajo para casa.