Mi hija pequeña aprieta sus piernas y su cuerpo para que su bicicleta avance cuesta arriba. Cuando vas en bicicleta, arrancar es lo más difícil. Pero una vez coges velocidad, todo es más fácil. Y, como cuando éramos niños, nos pasa a lo largo de la vida. Cuando queremos (y necesitamos) cambiar, nos cuesta. Vemos una cuesta delante y no vemos el fin. Y pensamos y le damos vueltas. Pero lo que hace falta es moverse.
Al final mi hija llegó al final de la cuesta (ante mi sorpresa). Muchas veces lo más difícil es el primer paso, el primer movimiento. Muchas veces lo que necesitamos es, simplemente apretar las piernas, el cuerpo y ... arrancar.
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Olas que Salpican
Cuando hay temporal del norte, sobre todo noroeste, las olas salpican
todo lo que hay en el malecón. Incluso más allá de la carretera
principal. En este caso salpicaban hasta un fantástico Chevrolet de
los 50 magníficamente restaurado
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