Yo pensaba que no acababa nunca, sí es díficil estar legal en Bolivia. Pero por fín se terminó. Pero, ¿a qué coste? Un coste muy elevado en realidad, mucho más que mi necesidad de estar legal (pues podría entrar y salir como turista). Analizando los datos:

• Tardé casi cuatro meses, sin contar el proceso previo en España (que fue hace casi un año)
• Me costó unos 500 EUR: 200 abogado, 200 visado, 100 varios
• Le dediqué unas 40 horas.

Realmente un síntoma del subdesarrollo, no sólo porque un proceso tan complejo perjudica a los que pretende trabajar en el país y no evita los que quieren perjudicarlo, sino porque roba dinero al país. En el proyecto en el que estoy trabajando, y que asume este coste, 500 euros sirven para pagar dos meses (sí dos) de la directora del centro. Dinero en el lugar equivocado, una forma de corrupción.

Pero no queda ahí la cosa, he quedado bastante defraudado con el trabajo administrativo del estudio de abogados que me asesoró con el tema y de hecho me ha dado una idea para un artículo de la serie sobre los síntomas del subdesarrollo en Bolivia.

En realidad fue error mío no acordar el precio previamente y confiarme. Ya con el proceso muy adelantado, y mediante carta (es decir ni personalmente) me dicen que el precio son 300 USD (cuando el trabajo de asesoría por el mismo estudio para la compra de un inmueble de 250000 USD fueron 500).

Y no sólo eso, además parece que me estaban vendiendo un favor pues su coste hora era de 120 USD. Suponiendo que mi formación y experiencia es superior a las personas con las que trabajé, podría considerar que mi precio hora son 120 USD, es decir que mis 40 horas de trabajo perdidas en esta huevonada (ay! perdón) serían 40 x 120: 4.800 USD. Casi el gasto de nuestro centro educativo en material didáctico en un año.

Afortunadamente fue un problema administrativo, ya que la parte técnica (abogado y procurador) funcionó bien. La cosa administrativa, la burocracia de los profesionales. Pero da igual, ya estoy legal (tengo que obviar ahora más horas para sacar la cédula de extranjería).