Acabo de leerme el libro Aprender, Recordar y Olvidar de Ignacio Morgado (Editorial Ariel). Buenísimo. Es quizá un poco técnico (psicobiología) pero se puede leer por cualquier persona interesada en saber cómo aprendemos (y como enseñar mejor). Y especialmente a personas que trabajen en educación (y re-educación). Algunas partes son un poco duras. Que si las dendritas que si el receptor NMDA que si la homeostasis sináptica que si el hipocampo que si la amigdala que si la adrenalina que si la dopamina ... Y es que nuestro cerebro es un sistema complejo. Y maravillosamente organizado.

Pero con un nivel de biología del bachillerato podrás leerlo y entenderás qué pasa en el cerebro cuando aprendemos. Me hubiera gustado que las imágenes y los diagramas fueran más y mejor hechos, pero aún así te permitirá entender más sobre aprender, recordar y olvidar.

Había tres ideas que me llevaron a leer el libro y que me quedaron ahora más claras:

1. No hemos cambiado tanto: Aprendemos igual desde hace muchos siglos (y más). Los mecanismos del cerebro son fruto del proceso evolutivo (y eso no es de anteayer)
2. Pero sabemos mucho más ahora de cómo es. Tenemos técnicas especializadas disponibles, p.ej. resonancia magnética funcional o la estimulación intra/transcraneal y eso ha permitido conocer los detalles de lo que pasa dentro de nuestro cerebro.
3. Y aún nos falta mucho Tenemos una idea bastante clara de lo básico y de muchos de los componentes. Pero el sistema en su conjunto es más complejo. El total es mucho más que la suma de las partes. Y ahí sigue habiendo un gran misterio

De la lectura me apunté algunas cosas, estas son mis 10 notas básicas:

1. Vivir Mejor. Estamos programados para aprender desde pequeñitos. Vivimos mejor a través de retos constantes y aprendemos para adaptarnos y vivir mejor.
2. El Error de Predicción. Es el mecanismo básico del funcionamiento de la memoria a nivel neuronal: hacemos una cosa, no sale como esperábamos y lo corregimos (potenciando o inhibiendo). Y no sólo una vez, muchas. Así aprendemos. No se puede aprender sin equivocarse (por tí mismo).
3. Aprendizaje Personal. Hay diferencias importantes en cómo aprendemos, por ejemplo diferencias de género (hombre y mujer) o edad (niños, adolescentes, adultos, ancianos). No es sólo el contexto de cada persona y su experiencia y su educación. Es que fisiológicamente también hay diferencias.
4. El sueño Importa. Y mucho. El (buen) sueño ayuda a equilibrar el sistema, quita lo superfluo y refuerza lo importante. Y le da tiempo al cerebro para organizarse sin interferencias (sin las interrupciones de la vigilia).
5. El Aprendizaje hay que sudarlo. Parece que algunos deportes (artes marciales y yoga, p.ej) ayudan al aprendizaje. Y en cualquier caso deportes de tipo aeróbico. Si sudas, parece que también entrenas el cerebro (en realidad la consolidación de las memorias), no sólo el corazón
6. Estrés sí, pero no tanto. Necesitamos un punto de estrés para aprender y enfrentar problemas (la adrenalina juega un factor importante en los neurotransmisores). Pero si nos pasamos el efecto es el contrario. Y de hecho muy dañino.
7. Dos memorias. Tenemos una automática e inconsciente (la implícita) y otra controlada y pensada (la explícita). Y hay más tipos de memoria, pero estas dos resaltan la importancia de los buenos hábitos (implícita) y el conocimiento (explícita). Y la clasificación es clara. Hay más detalles (que si corto o largo plazo, que si de trabajo, que motora) pero esos dos tipos son muy claros (y tiene mucha relación con el concepto de Sistema 1 y 2 que popularizó Kahneman)
8. Atención Especializada. Tenemos sistemas especializados en percibir algunas cosas: que si lugares, que si el contexto, que si el objeto, que si nuestra situación en el mapa, que si un concepto. Hemos desarrollado la capacidad de percibir y memorizar antes lo que nos importa. Tenemos una atención especializada.
9. Tiempo para Aprender. Hay momentos más importantes que otros a la hora de aprender. Momentos del día, momentos del mes, del año, de la vida. Pero eso no quiere decir que ya no se pueda aprender (si estoy cansado, o muy mayor, o con mucho ruido). Siempre hay un tiempo para aprender.
10. Sentir para Pensar. El efecto de las emociones es también muy grande en el recuerdo, el olvido y el aprendizaje. Lo que sentimos define la consolidación de las memorias, y luego eso nos hace pensar de una manera determinada. P.ej. gran parte de nuestros miedos son aprendidos, no vienen de serie.

¿Y la tecnología? ¿Y esa multitud de programitas para fortalecer tu cerebro? Pues no está del todo claro. Claro que si practicas un ejercicio, mejora tu rendimiento. Pero ¿mejorando un brazo, mejora la pierna? (es una comparación utilizada en el libro) La tecnología (puedes revisar Lumosity) ayuda pero quizá leyendo tranquilamente a la sombra de un árbol (¿qué placer eh?) fortaleces más y más barato. Lo más sencillo, barato y práctico para mantener nuestras capacidades cognitivas es simplemente leer. Probablemente un poco de todo, pero leer.

Y para terminar, también me apunté algunas recomendaciones para mi propia docencia. La verdad es que ya las utilizaba bastante pero me ha reforzado que funcionan:

1. Guiar el aprendizaje con preguntas (Itinerarios con Retos)
2. Dejar que el alumno construya su aprendizaje
3. Acompañar, no Dirigir
4. Evaluar de Forma Continua y Todo (no una parte)
5. Evaluación Oral y Directa (personalizada)

Y poco más. El libro se titula Aprender, Recordar y Olvidar. Claves Cerebrales de la memoria y la educación. Si te interesa la educación o simplemente conocerte mejor, yo creo que te va a gustar.

 Actualizado. Podcast con Ignacio Morgado (18 min) y fantástica charla (un poco larga, casi 2h)